miércoles, 28 de diciembre de 2011

Extremadura Militar 1788.

Capitanía General de Extremadura.
Capitán General: Marqués de Casa Cagigal.
Secretario de Capitanía: Pedro Cerezal.
Intendente de Ejército de Extremadura: Marqués de Ustariz.
Auditor de Guerra: Vicente Payno.
Tesorero de Ejército: 1º) Roque Asensio, 2º) Manuel de la Peña.

Badajoz
Gobernador Militar: Brigadier Francisco Antonio García de Olloqui.
Teniente de Rey: Coronel Melchor Barreda.
Sargento Mayor: Capitán Christoval Murciano.
Gobernador del Fuerte de San Cristóbal: Capitán Bruno González.

Alcántara
Gobernador: Brigadier Francisco Douché.
Teniente de Rey: Teniente coronel Fortunato Cayllet.
Sargento mayor: Capitán José Abad.

Alburquerque
Gobernador: Brigadier José de Vera y Valencia.
Teniente de Rey: Coronel José de Rivas.
Sargento Mayor: Capitán Félix Melgar.

Castillo de Alconchel
Gobernador: Teniente coronel Lorenzo de Ariola.

Valencia de Alcántara
Gobernador Militar y Político: Coronel Matías de la Muela.
Sargento mayor: Capitán Fernando María de Ulloa.

Mérida
Gobernador en la Orden de Santiago: Teniente coronel Miguel Maldonado.

Llerena
Gobernador: Coronel Isidro Agustín Mariño.

Villanueva de la Serena
Gobernador: Coronel Francisco Javier de Santisteban.

Jerez de los Caballeros
Gobernador en la Orden de Santiago: José de Mena y Solís.

Gata
Gobernador en la Orden de Alcántara: Teniente José Vázquez.

Castillo de Trevejo
Gobernador: Teniente Ignacio Geners

Regimiento de Milicias Provincial de Badajoz:
Fundado en 1734, consta de un batallón. Coronel, de Infantería, Juan de Quevedo; teniente coronel, de Infantería, Alonso Zambrano; sargento mayor, Manuel Roxo.
Uniforme: Azul con vuelta, solapa y collarín encarnado, botón dorado.

Regimiento de Milicias Provincial de Trujillo:
Fundado en 1734, consta de un batallón. Coronel José de Quiñones; teniente coronel, de Infantería, Rodrigo Moscoso; sargento mayor, Diego García Gago.
Uniforme: Azul con vuelta solapa y collarín encarnado, botón dorado.

Regimiento de Milicias Provincial de Plasencia:
Fundado en 1766, consta de un batallón. Coronel, Antonio de Arce; teniente coronel, Francisco de Vargas y Carvajal; sargento mayor, teniente coronel Juan de Miranda.
Uniforme: Azul con vuelta solapa y collarín encarnado, botón dorado.

Milicias Urbanas de Badajoz:
Fundada en 1762, catorce compañías. Comandante, Brigadier Francisco Antonio García de Olloqui, gobernador de la plaza.
Uniforme azul, divisa blanca con collarín de terciopelo negro, botón y ojal blanco a los dos lados.

Milicias Urbanas de Alburquerque:
Fundada en 1762, ocho compañías. Comandante, Brigadier José de Vera y Valencia, gobernador de la plaza.
Uniforme azul, divisa blanca con collarín de terciopelo negro, botón y ojal blanco a los dos lados.

Milicias Urbanas de Alcántara:
Fundada en 1762, seis compañías. Comandante, brigadier Francisco Douché, gobernador de la plaza.
Uniforme: Blanco con divisa verde y collarín negro.

Milicias Urbanas de Valencia de Alcántara (fundado en 1766).
Fundada en 1766, siete compañías. Uniforme azul, divisa blanca con collarín de terciopelo negro, botón y ojal blanco a los dos lados.
Comandante: Coronel Matías de la Muela, gobernador de la plaza.

Compañías de Inválidos Hábiles, en Extremadura
Seis compañías., en Badajoz 1, en Valencia de Alcántara 1, en Alburquerque 1 y en Alcántara 3.
Uniforme: Casaca y calzón azul, chupa, vuelta, solapa y botón blancos.

martes, 20 de diciembre de 2011

Nuevo Coronel en el Regimiento de Infantería "Castilla"








En el patio de Armas del Regimiento de Infantería Mecanizada “Castilla” nº 16, en la Base Militar “General Menacho”, Valdebótoa (Badajoz), en la mañana del 20 de diciembre de 2011, se llevó a cabo la toma de posesión del mando de la Unidad por el Coronel de Infantería, Diplomado de Estado Mayor, don Pedro José Cabanach Villa, que hace el número 91 de los Jefes del “Castilla” en sus 218 años de historia.
El acto protocolario de la entrega del mando a un nuevo Jefe del Regimiento de Infantería nº 16 es, hasta el momento, el más antiguo de los efectuados en la plaza militar de Badajoz, y en la Comunidad de Extremadura. Se lleva a cabo desde 1883, en que el Regimiento llegó a la ciudad. Tras la desaparición de la Capitanía general, las Grandes unidades, la Comandancia de Ingenieros o de Intendencia o incluso de la “entrega de los quintos”, esta toma de posesión del mando de la Unidad militar decana de la región, es la que ostenta tal honor.
El acto en su desarroloo, y a grandes rasgos, es como se describe: Se forma la fuerza toda del Regimiento y se incorpora la Bandera a la formación. En el caso del “Castilla” es Estandarte, de menor tamaño, desde 1968, ya que al ser unidad Mecanizada, montada por tanto, se quiso conservar la tradición del Arma de Caballería, desaparecida pocos años antes de la ciudad, que empleaba este distintivo, más facil de transportar a caballo.
Llega la autoridad que preside, y dará fe del acto, acompañada de los coroneles entrante y saliente, que vienen de la Sala del Estandarte donde ha jurado o prometido el cargo el nuevo jefe.
Se lee la Resolución del Boletín Oficial del destino otorgado y el coronel saliente ordena a la tropa en formación “sobre el hombro”, la autoridad que preside lee la fórmula de la toma de mando, la presentación pública y oficial del nuevo coronel, y éste, ya como jefe efectivo ordena a la formación “descansar el arma”.
A continuación se adelante el oficial abanderado con el Estandarte del Regimiento que toma el coronel saliente para entregarlo al entrante y éste lo ofrece al coronel que se despide de la Unidad para que lo bese en señal de despedida…es uno de los momentos más emocionantes de la ceremonia. En este acto público únicamente toma la palabra el nuevo coronel para presentarse a la Unidad en formación, a los invitados y a las comisiones militares y civiles asistentes.
A continuación, tras retirarse el Estandarte de la formación, se lleva a cabo el desfile de toda la fuerza participante por delante de los asistentes, es un modo de “presentarse” la Unidad al nuevo coronel.
La toma de posesión que reseñamos fue presidida por el Excmo. Sr. General don Juan Carlos Domingo Guerra, General Jefe de Fuerzas Pesadas. Acompañaron a éste el Sr. Coronel don Jerónimo de Gregorio y Monmeneu, saliente del cargo, y el Sr. Coronel don Pedro José Cabanach, entrante en el mismo.
La formación del Regimiento estuvo al mando del Sr. Teniente coronel, Jefe de la Plana Mayor de Mando, don José Javier Durán Torres con Ayudante y Bandera coronela del Regimiento.
Componían la fuerza, la Escuadra de Gastadores del Batallón de Carros “Mérida”, Banda de Guerra de la Brigada Mecanizada “Extremadura” XI, cornetín de órdenes del batallón de Cuartel General XI y el Batallón de Carros “Mérida” IV/16, cinco compañías, al mando de su Teniente coronel don César García del Castillo.
Leyó la Resolución y Orden de destino del nuevo coronel el Sr. Subteniente Jefe de la 1ª Sección de la Plana Mayor Regimental, don Pedro Holguera Borrego, y atendió al Protocolo, prensa y coordinación de actos el Sr. Subteneniente secretario del Regimiento, don Miguel Carroza Luengo.
Entre las Autoridades e invitados, civiles, asistentes estuvieron la Ilma. Sra. Alcaldesa de la ciudad de Zafra, doña Gloria Pons Fornelino, acompañada del Sr. teniente de Alcalde don Miguel Ángel Toro Ortiz, representando a la histórica ciudad a la que unen estrechos lazos de amistad con el “Castilla” y donde el Regimiento da nombre a una plaza pública, el Sr. Jefe Superior de la Policía Nacional en Extremadura, don Ángel Galán; el Sr. Jefe de protocolo del Arzobispado de Mérida-Badajoz, don Felipe Albarrán Vargas-Zúñiga, la esposa, hijo y otros familiares del señor coronel entrante, el Presidente de la Asociación Cultural “Voluntarios de Castilla”, quién esto escribe, y el Sr. Secretario de la misma don Manuel García Ramos.
Autoridades militares asistentes fueron muchas, entre las que recordamos al Excmo. Sr. General Jefe de la 3ª Zona de la Guardia Civil, don Francisco Arribas Revuelto, el Sr. Coronel Jefe del sector Aéreo, Ala 23 I.C.A y Jefe de la Base Aérea de Talavera la Real-Badajoz, don Francisco Javier Taranilla Manjón, el Sr. Coronel Director de la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil, don Ramón Rueda, Sr. Coronel Jefe del Regimiento de Infantería “Saboya” nº 6, don Jesús de Hoyos, el Sr. Coronel jefe de la Unidad de Servicios de la Base “General Menacho, don Ángel Freixinet Imbroda y el Sr. Teniente coronel Director del Club Social Militar “Sancha Brava” don Luis de Arnaiz y Seco, entre una amplia representación de señores Jefes, Oficiales y Suboficiales del Ejército de Tierra y sus Cuerpos Comunes, Ejército del Aire y Guardia Civil.

sábado, 17 de diciembre de 2011

La reina Ana de Portugal en Badajoz, 1777.



La reina Mariana Victoria de Borbón (1718-1781) era esposa de José I de Portugal (1714-1777), hermana del rey Carlos III, hija por tanto de Felipe V e Isabel de Farnesio, fue madre de la reina María I de Portugal (1734-1816)y pasó por Badajoz en octubre de 1777, ya como Reina viuda, volvería a pasar en su retorno al año siguiente. Había contraido matrimonio en Caya, en las famosas Bodas Reales de 1729. Solo pasó una noche en nuestra ciudad y las tropas de la guarnición le dieron la escolta, guardia y rindieron honores reglamentarios. La crónica la recogemos de la Continuación del Solano, donde se cita a los regimientos de Infantería del Rey, su última estancia en la ciudad fue en 2008 cuando la Banda y Música acudió a dar un concierto, al Regimiento de Caballería "Alcántara", al de Infantería "Extremadura", que había sido reorganizado en Badajoz en 1767 por don Vicente María de Vera Ladrón de Guevara, conde de la Roca así como a las Compañías de la Milicia Urbana badajocense.

"…En 14 de octubre de este año [1777] recibió el Cabildo [catedralicio] carta del Alcalde Mayor de esta ciudad [Badajoz] que en el caso urgente que se espera que con la venida de la Reina viuda Fidelísima de Portugal, se digne el Cabildo disponer no haya repugnancia en admitir en sus casas las personas que, con el beneplácito del mismo Cabildo, se les destinen, en atención a que las casas cómodas del pueblo no serán bastantes a hospedar toda la comitiva etc. Y el cabildo, con los términos más expresivos de atención y urbanidad, respondió que en caso de no ser bastantes las casas del pueblo para aposentar la comitiva de la señora Reina Madre Fidelísima, está pronto a contribuir con todo obsequio a Su Majestad recibiendo en sus casas las personas que se les destinen.
En 22 de Octubre de este mes y año se recibió carta de la Ciudad pidiendo al cabildo concurra con repiques e iluminación de la torre en la noche del 27 hasta las nueve, en que se espera llegue la reina Fidelísima a esta capital; respondiese inmediatamente a la Ciudad que todo cuanto se prevenía se ejecutaría puntualmente en obsequio de Su Majestad. Nombraronse Comisarios que a nombre del Cabildo visitaran al señor Conde de Baños, que venía de Mayordomo mayor, luego que llegase a esta ciudad…
…Llegó Su Majestad el día 27 [octubre] a las 4 de la tarde y al tomar el puente principió el disparo de la artillería y los repiques de campanas de todas las iglesias hasta que entró en palacio, que fue el del Marqués de la Lapilla, en la Plazuela de la Soledad. No trajo Su Majestad acompañamiento de tropas más que los Guardias de Corps que le envió su augusto hermano nuestro rey don Carlos III, los que la recibieron en el arroyo de Caya, que es límite de los dos Reinos…
Dos escuadrones de Caballería del Regimiento de Calatrava estaban formados fuera de la cabeza del puente y se mantuvieron hasta que Su Majestad pasó. Sobre los terraplenes interiores de la cabeza del puente se formó un tablado en que estaba toda la música de la Catedral tocando; en el arco principal de la Puerta de las Palmas se hallaba un entapizado con los tafetanes de la iglesia y sobre el arco un retrato de nuestro católico Monarca bajo un pabellón de damasco encarnado y alrededor varias cornucopias con velas y hachas de cera blanca encendidas…
En la esquina de Santa Ana, por donde había de pasar Su Majestad, estaba un arco triunfal con otro retrato de nuestro Rey…En la calle de la Trinidad, a la entrada para el Campo de San Andrés, estaba otro arco de la misma construcción y varios adornos con las armas reales de España bajo de una corona imperial.
En la puerta de la ciudad que llaman de la Trinidad se colocó sobre un arco, por la parte de adentro, el retrato de la misma Reina Fidelísima bajo de dosel de damasco encarnado con su adorno, vestida la pared del arco con los tafetanes de la Iglesia, varias cornucopias cera.
En la noche de este mismo día 27 se iluminó la ciudad toda y duró la iluminación desde la oración hasta las nueve, la música de la Santa Iglesia estuvo tocando todo este tiempo en el balcón de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad…
Poco antes de las ocho de la mañana [día 28] salió S. M de su palacio…A la entrada y salida se formó la Infantería en dos filas para el tránsito de S. M.; todas las ventanas estaban hermosamente adornadas de cortinas pendientes cuya variedad formaba un objeto agradable.
La Infantería que formó la carrera se componía de dos batallones del Regimiento del Rey, que fue el que hizo la guardia a Su Majestad, sirviendo de oficial de ella su mismo Coronel; el regimiento de Extremadura, dos compañías de suizos y las urbanas de Badajoz. De forma que, en cuanto lo permitió el país y circunstancias del tiempo se cumplió puntualmente en obsequiar a la Reina, según la orden que anticipadamente había dado su augusto hermano…"

jueves, 8 de diciembre de 2011

El día de la Infantería





Era por diciembre de 1585, allá por las lejanas tierras de Holanda, en la isla de Bommel, el Tercio viejo de Bobadilla: "...cinco mil españoles que eran cinco mil infantes, y cinco mil caballos ligeros, cinco mil zapadores y cinco mil diablos..." que dijera de ellos un general francés que los tuvo enfrente.
Estaban bloqueados por la escuadra del almirante Holak, que los había intimado a la rendición con la negativa consiguiente. Imposible recibir refuerzos ni suministro alguno. Holak decide abrir los diques del Mosa e inundar el terreno del despliegue español. Tan solo queda un pequeño montículo fuera de las heladas aguas, el cerro de Empel. Abandonando lo poco que tenían allí se reagrupan los españoles. Uno de ellos comienza a cavar una trinchera, que como alguien expresó más le habría de servir de tumba que de refugio, y encontró una tabla con la representación polícroma de la Virgen Inmaculada. Aquel presagio da fuerzas a los infantes hispanos. El Maestre del tercio, don Francisco de Bobadilla, grita: ¡La Virgen Inmaculada viene en nuestra ayuda! ¿Queréis que quememos las banderas, inutilicemos la artillería y ataquemos a la flota enemiga? La respuesta fue un entusiástico sí, era la tarde del día 7 de diciembre, esa noche un descenso brusco de la temperatura heló las aguas que rodeaban el reducto español y todas las fuerzas asaltaron, al amanecer del 8, los barcos enemigos, derrotándolos estrepitosamente. El almirante Holak atinó al decir aquello de : "Tal parece que Dios es español..."
La Inmaculada fue proclamada, por aquellas fechas, Patrona de los Tercios de Flandes e Italia y, por Real Orden de 12 de noviembre de 1892, sería proclamada Patrona de la Infantería Española.
Hoy, día 8 de diciembre de 2011, se celebran actos recordatorios en los acuartelamientos españoles y en muchos lugares de España, como en Torrejoncillo, Extremadura, donde la fiesta de "la encamisá", con sus imágenes impresas o bordadas de la Virgen Inmaculada, en los mantos con que se cubren los participantes, no hace más que recordar algunas de las salidas sorpresas con que los tercios españoles, la mejor Infantería del mundo, impusieron su ley en todo el mundo, ellos contribuyeron a formar el Imperio más poderoso de la historia del mundo.
En este día, mis recuerdos para todos los soldados españoles que, hoy como hace quinientos años, cumplen con su deber lejos de la patria, y para ellos, hoy mejor que nunca, el brindis del capitán y poeta Diego Hernando de Acuña (s. XVI):
"Por España, y el que quiera
defenderla honrado muera;
y el que traidor la abandone,
no tenga quien le perdone,
ni en tierra santa cobijo,
ni una cruz en sus despojos,
ni las manos de un buen hijo
para cerrarle los ojos"

Nota bene: Hace unos años, hombres y mujeres del Regimiento de Infantería "Castilla" al mando del teniente coronel, posteriormente coronel del regimiento, don Santiago Cubas, llevaron la bandera coronela de la Unidad a la capilla de Empel. Son la imágenes que ilustran la entrada.

jueves, 1 de diciembre de 2011

La guerra de la Independencia en Extremadura. Nuevo libro


Les presento los apuntes elaborados para la presentación de un nuevo libro, transcripción de un manuscrito, editado recientemente. Como apuntes para una exposición oral, pueden presentar alguna redundancia que ruego perdonen.

PÉREZ GONZÁLEZ, Isabel Mª y PÉREZ FERNÁNDEZ, Tomás (edición introducción y notas); Laureano Sánchez Magro, Sucesos históricos de la Capital y Pueblos de Extremadura en la revolución del año 1808, Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2011, 133 páginas, cartoné, 21'5 X 14 cms.

Publica la Editora Regional de Extremadura, bajo la dirección de Luis Sáez Delgado, un manuscrito con el título reseñado, obra de Fray Laureano Sánchez Magro, dominico que profesó en el convento badajocense del que llegaría a ser prior.

La obrita, no muy extensa y escrita hacia 1817-18, pertenece al archivo familiar Pérez González. Llegó a ella por una donación a don Fernando Pérez Marqués, maestro, escritor, ensayista, periodista, una figura clave de las letras en el Badajoz del siglo XX y ahora, varios años después ha visto la luz merced al trabajo editorial de Isabel Mª Pérez, hija del escritor y Fernando Pérez Fernández, nieto.

Isabel Mª es Profesora de Instituto, Licenciada en Historia, y forma parte de ese destacado grupo que tanto bien está haciendo por la Historia de Extremadura y la investigación en general. Dentro del ámbito de la Historia no hay más que recordar los Congresos y Jornadas de Llerena los Coloquios Históricos de Trujillo, Fuente de Cantos, Medellín, Almendralejo y repasar las numerosas e importantes aportaciones en ponencias y comunicaciones de un colectivo que, además de su trabajo ordinario, desarrolla una muy importante labor de investigación y difusión cultural.

Isabel María, es miembro de la Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País de cuya Junta Directiva formó parte, junto a doña Carmen Araya fueron las primeras mujeres que formaron parte de ésta en su historia de más de siglo y medio. Escritora, ensayista e investigadora, tiene un amplio bagaje de publicaciones históricas y de crítica literaria; en la Revista de Estudios Extremeños, en las Actas de los Apuntes para la Historia de la ciudad de Badajoz, de la Real Sociedad Económica, en publicaciones de la Asociación de Escritores Extremeños, revistas literarias, conferencias y catálogos:

Las Ordenanzas de Villalba. Estudio preliminar, Larra en Badajoz, El ambiente literario en el Badajoz decimonónico (1999), La condición femenina en las cartas de Carolina Coronado a Juan Eugenio Hartzenbusch (1992), Aproximación a la historia del Conservatorio pacense (2001). Siendo la figura de Carolina Coronado y su ambiente, literario, social y político, a la que ha dedicado mayor atención de tal manera que es hoy la mejor conocedora y divulgadora de tan insigne figura. Su libro Carolina Coronado. Del Romanticismo a la crisis fin de siglo (1999) obra que culmina toda una serie de publicaciones, investigaciones y conferencias sobre la poetisa extremeña, es referencia indispensable sobre la biografiada y la cultura extremeña del siglo XIX.

Fernando Pérez Jiménez, licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid. Escritor, crítico, poeta, tutor en talleres literarios y traductor, trabajo al que dedica el mayor esfuerzo y del que ha publicado trabajos sobre Jean Genet, El enemigo declarado (2010) y crónicas sobre premios Pulitzer en Asesinato en América (2011). Diversos textos suyos aparecen en la colección de poesía 3 X 3 de la Editora Regional, en la Revista “Imagen de Extremadura” o en catálogos literarios.


Ecos de guerra.

Así quiero titular esta modesta presentación. Las notas de fray Laureano se presentan como un reflejo sencillo de lo que el pueblo apreció sobre el conflicto de la Independencia. No es un riguroso estudio histórico y tampoco cabe encuadrarlo en unas memorias. El autor pretende redactar una Historia de lo acontecido en Badajoz, con referencias menores, pero significativas, a otras localidades, a lo largo del periodo 1808-1812, pero le falta la rigurosidad y el contraste de datos preciso en toda obra histórica académica.

Es lo más probable que el manuscrito, redactado entre 1817-1818 según se data en el estudio de los editores, quedara incompleto y falto de corrección y revisión. También debieron influir los cambios acaecidos en el pensamiento de fray Laureano, que si bien aparece en la obra como furibundo fernandino, sabemos que destacó en el periodo liberal, en el “trienio, como constitucionalista y en contacto militante con las prácticas más abiertas de la época. Tan compleja personalidad es diseccionada e investigada por los autores en la medida en que han podido localizar documentación al respecto. Es un buen arranque para la investigación del personaje, que algún historiador pudiera emprender con la sólida base de este prefacio

El cuadernillo manuscrito del dominico Sánchez Magro, llegó a las manos de don Fernando Pérez Marqués hace varios años y éste pensó en publicarlo con ocasión del bicentenario de la Guerra de la Independencia, de él pasó a Fernando Tomás, director de la Editora Regional por entonces, pero la mala fortuna también nos privó de su presencia y aportación.

Ahora, Isabel María y Fernando, el tercero de la saga, con la acertada complicidad de Luis Sáez, director que fue de la Editora extremeña, han dado a la luz esta obrita.

En formato de media holandesa, con 133 páginas de las cuales unas 50 componen el estudio previo en dos partes: una dedicada a la figura del autor y otra a un estudio somero de las circunstancias bélicas y sociales relatadas. Es esta primera parte, muy acertadamente desarrollada, la que nos queda con el interés por saber más de don Laureano y la desasosegada época en que vivió, más cuando los estudios sobre la época no han sido abundantes.

La obrita en cuestión abarca unas 80 páginas, divididas en trece capítulos que el autor encabeza con un soneto, si a toda suma de catorce versos puede llamarse soneto, referido cada uno de ellos al tema central que se desarrolla capitularmente; así tenemos los dedicados al levantamiento contra el invasor, el secuestro del “amado rey Fernando”, las batallas de Medellín y Albuera, la toma de Badajoz o la recuperación de la misma por los ingleses.

La visión de cada acontecimiento se presenta con un destacado carácter personal y con muchas referencias al sentir popular, fray Laureano se impregna del eco que los acontecimientos dejan en la población. No analiza históricamente, en contraste, documentadamente, un acontecimiento…recoge el sentimiento imperante. El fraile vive en Badajoz, no tiene relaciones sociales con las clases dirigentes, no recibe información de fuentes actoras, pero en la claustra, que ya parece que se le hacía estrecha, recibe el eco de la guerra, de donde parece extraer la opinión imperante en la ciudad.

Así abre el trabajo con una dedicatoria al Cabildo Municipal, al que señala como despreciado por el poder militar que se apoderó de la ciudad y no la supo defender.

Relata la muerte de Torre del Fresno, en esencia los hechos conocidos, con las consideraciones relativas al sentimiento de disgusto general por la no clara posición del interfecto en sus relaciones con los franceses, aporta en este capítulo la destrucción de los escudos y monumentos dedicados a Godoy; la muerte del general Menacho, de la que señala que fue celebrada por algunos militares, no se corta en sus críticas a la cobardía de Imaz, al que hace responsable de la entrega de la ciudad; señala y denuncia la usurpación del poder municipal -apuntada en la dedicatoria- cuando el Capitán general marqués de la Romana declara la ciudad, septiembre de 1810, en estado de sitio, ordena que la Junta Suprema abandone la plaza y la pone bajo la autoridad militar, de la que no saldría hasta 1812.

Y sin arredrarse se enfrenta a la entrada/liberación de 1812. Su expresión literal de “glorioso asalto” no es óbice para que redacte toda la serie de tropelías y asesinatos espeluznantes cometidos por los liberadores; no niega el valor y sacrificio del atacante británico pero su deber para con la verdad, …la Historia es un recuerdo de la verdad para instrucción de los hombres…, destacan los editores en su estudio, le obliga a no ocultar opinión alguna, como utiliza también en la muerte de Menacho que no deja de resultar sospechosa a tenor de las afirmaciones de fray Laureano; la conducta ignominiosa de Imaz y las culpas, sospechas de cobardía, que intentan hacer recaer en la población de Badajoz tras la rendición al francés.

En fin, un librito de fácil lectura, en ocasiones de no tan fácil comprensión por tan cultista redacción, con una trascripción diplomática muy acertada, adecuada inserción de notas complementarias, sin llegar al estudio profundo que, señalábamos antes, merece este documento y, para mí lo más importante, la meritoria aportación de la familia Pérez Marqués al patrimonio cultural de Extremadura, acertadamente respaldado por la Serie Rescate de la Editora Regional de Extremadura, que permitirá disfrutar y aprovechar esta documentación inédita para el enriquecimiento del saber de la época.

Gracias a todos.