sábado, 17 de diciembre de 2011

La reina Ana de Portugal en Badajoz, 1777.



La reina Mariana Victoria de Borbón (1718-1781) era esposa de José I de Portugal (1714-1777), hermana del rey Carlos III, hija por tanto de Felipe V e Isabel de Farnesio, fue madre de la reina María I de Portugal (1734-1816)y pasó por Badajoz en octubre de 1777, ya como Reina viuda, volvería a pasar en su retorno al año siguiente. Había contraido matrimonio en Caya, en las famosas Bodas Reales de 1729. Solo pasó una noche en nuestra ciudad y las tropas de la guarnición le dieron la escolta, guardia y rindieron honores reglamentarios. La crónica la recogemos de la Continuación del Solano, donde se cita a los regimientos de Infantería del Rey, su última estancia en la ciudad fue en 2008 cuando la Banda y Música acudió a dar un concierto, al Regimiento de Caballería "Alcántara", al de Infantería "Extremadura", que había sido reorganizado en Badajoz en 1767 por don Vicente María de Vera Ladrón de Guevara, conde de la Roca así como a las Compañías de la Milicia Urbana badajocense.

"…En 14 de octubre de este año [1777] recibió el Cabildo [catedralicio] carta del Alcalde Mayor de esta ciudad [Badajoz] que en el caso urgente que se espera que con la venida de la Reina viuda Fidelísima de Portugal, se digne el Cabildo disponer no haya repugnancia en admitir en sus casas las personas que, con el beneplácito del mismo Cabildo, se les destinen, en atención a que las casas cómodas del pueblo no serán bastantes a hospedar toda la comitiva etc. Y el cabildo, con los términos más expresivos de atención y urbanidad, respondió que en caso de no ser bastantes las casas del pueblo para aposentar la comitiva de la señora Reina Madre Fidelísima, está pronto a contribuir con todo obsequio a Su Majestad recibiendo en sus casas las personas que se les destinen.
En 22 de Octubre de este mes y año se recibió carta de la Ciudad pidiendo al cabildo concurra con repiques e iluminación de la torre en la noche del 27 hasta las nueve, en que se espera llegue la reina Fidelísima a esta capital; respondiese inmediatamente a la Ciudad que todo cuanto se prevenía se ejecutaría puntualmente en obsequio de Su Majestad. Nombraronse Comisarios que a nombre del Cabildo visitaran al señor Conde de Baños, que venía de Mayordomo mayor, luego que llegase a esta ciudad…
…Llegó Su Majestad el día 27 [octubre] a las 4 de la tarde y al tomar el puente principió el disparo de la artillería y los repiques de campanas de todas las iglesias hasta que entró en palacio, que fue el del Marqués de la Lapilla, en la Plazuela de la Soledad. No trajo Su Majestad acompañamiento de tropas más que los Guardias de Corps que le envió su augusto hermano nuestro rey don Carlos III, los que la recibieron en el arroyo de Caya, que es límite de los dos Reinos…
Dos escuadrones de Caballería del Regimiento de Calatrava estaban formados fuera de la cabeza del puente y se mantuvieron hasta que Su Majestad pasó. Sobre los terraplenes interiores de la cabeza del puente se formó un tablado en que estaba toda la música de la Catedral tocando; en el arco principal de la Puerta de las Palmas se hallaba un entapizado con los tafetanes de la iglesia y sobre el arco un retrato de nuestro católico Monarca bajo un pabellón de damasco encarnado y alrededor varias cornucopias con velas y hachas de cera blanca encendidas…
En la esquina de Santa Ana, por donde había de pasar Su Majestad, estaba un arco triunfal con otro retrato de nuestro Rey…En la calle de la Trinidad, a la entrada para el Campo de San Andrés, estaba otro arco de la misma construcción y varios adornos con las armas reales de España bajo de una corona imperial.
En la puerta de la ciudad que llaman de la Trinidad se colocó sobre un arco, por la parte de adentro, el retrato de la misma Reina Fidelísima bajo de dosel de damasco encarnado con su adorno, vestida la pared del arco con los tafetanes de la Iglesia, varias cornucopias cera.
En la noche de este mismo día 27 se iluminó la ciudad toda y duró la iluminación desde la oración hasta las nueve, la música de la Santa Iglesia estuvo tocando todo este tiempo en el balcón de la ermita de Nuestra Señora de la Soledad…
Poco antes de las ocho de la mañana [día 28] salió S. M de su palacio…A la entrada y salida se formó la Infantería en dos filas para el tránsito de S. M.; todas las ventanas estaban hermosamente adornadas de cortinas pendientes cuya variedad formaba un objeto agradable.
La Infantería que formó la carrera se componía de dos batallones del Regimiento del Rey, que fue el que hizo la guardia a Su Majestad, sirviendo de oficial de ella su mismo Coronel; el regimiento de Extremadura, dos compañías de suizos y las urbanas de Badajoz. De forma que, en cuanto lo permitió el país y circunstancias del tiempo se cumplió puntualmente en obsequiar a la Reina, según la orden que anticipadamente había dado su augusto hermano…"

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